lunes, 26 de octubre de 2015

Crítica: Un día perfecto para volar

LXIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN:
"Si uno contempla la dialéctica que se puede entablar entre la mirada infantil dibujada por la óptica cinematográfica y las aspiraciones artísticas de una postura tan personal como la de Marc Recha, podrá compendiar una paleta de previsiones que atienden a una serie de consecuencias. Pues, bajo un aluvión interesante de expectativas asistí a la proyección de esta nueva cinta del siempre estimable realizador catalán. Una mirada de interesantes derivaciones metafóricas, que a través de dos personajes intenta manifestar la expresión de la infancia y el salto de esta a la madurez. Aunque, la vocación de estilo de su realizador imprime cada fotograma, la solidez de los diálogos respalda la credibilidad humana que busca la historia, y las entregadas composiciones del debutante Roc Recha y del veterano Sergi López materializan la expresión deseada, esta pieza de cámara no llega a despegar, tal como vaticina su título. El relato avanza con credibilidad, pero también bajo una linealidad que llega a resultar soporífera. No hablamos de bañar de acción un relato tan intimista como este, sino de buscar ciertas aperturas audiovisuales, y ciertos juegos de palabras, que conformen arcos narrativos mucho más redondos, para permitir pasar del convencimiento a la admiración. Otro elemento que podría presentarse como más discutible es la elección de Sergi López para ese papel. Si bien, él lo defiende de forma notable, sus registros, e incluso su simple presencia, alejan a la película de cierto juego carismático que le podría haber resultado de gran interés. No obstante, con sus carencias, no podemos dejar de admirar una pieza de cámara bastante estimulante sobre los gozos y la sombras de la infancia."
 
Lo mejor: La mirada de Roc Recha.



Lo peor: Nunca llega a alzar el vuelo.





NOTA: 6,5(***)

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