jueves, 15 de marzo de 2018

71º Festival de Cannes. Reseñas:

El amante doble:
"Envuelta en un halo de misterio e inquietud nos sumerge esta película en una historia tan particular como truculenta. François Ozon compone su film más extraño en tono de thriller, que poco a poco se va desmontando hasta abatir un final de auténtica descompensación. Una película que nos habla acerca de síntesis humanas muy profundas, que atañen a la psicología, a la biología, a la propia física, y que intentan desentrañar ciertos principios de construcción acerca de la percepción humana. No obstante, la trama está planteada de forma tan poco creíble, los giros son excesivos, y el final se tambalea entre el exceso y una poética fácil, que poco o nada consigue adentrarnos en esa compleja espiral de construcciones discursivas. Es una lástima que Ozon haya tropezado de tal manera en la narrativa de este ejercicio tan ambicioso, pues su sensibilidad y arropo visual están presentes, y sus protagonistas defienden con solvencia sus personajes. Logros que meramente quedan en el escaparate de una película que viaja más en sus intenciones, que en sus desastrosos resultados."

NOTA: 4(**)

El sacrificio de un ciervo sagrado:
"Si hay un director con una definición muy personalizada en sus películas ese es el griego Yorgos Lanthimos. Su cine presenta una tendencia dominante, en cuanto a su discurso y el planteamiento de sus personajes. Su salto al mercado anglosajón no ha supuesto una pérdida de su esencia, que se mantiene intacta en sus últimas aportaciones cinematográficas. Viajando en la dimensión espacial de Kubrick, los retorcidos universos de Lynch o en la compleja espiral de violencia de Haneke, se edifica una película de interesantes aportaciones sobre la mecanización del momento presente. Es una película que nos lanza un discurso feroz acerca del egoísmo humano y su alianza a los devenires de una sociedad en continuo declive, por culpa de su arrogante conversión. A diferencia de sus obras precedentes, la película muy clara en el posicionamiento de sus personajes y su claro componente discursivo, se despoja de la marca humorística, que había acompañado, de un modo más o menos relevante, la construcción cinematográfica de los anteriores trabajos de este realizador. Es una película de espacios que te atrapan, y de personajes que te arrancan la piel tira a tira, muy finamente, para finalmente eclosionar en el arrojo de un estruendo apoteósico. La mirada de Lanthimos no desperdicia un segundo la oportunidad de adentrarnos en la despiadada violencia de cada plano, de cada gesto, cada mirada, cada sonido. El trabajo de arte nos encierra en ese espacio de matizaciones múltiples y sensación angustiosa, y el sonido nos envenena el cerebro al tiempo que las imágenes contaminan el dolor de lo que presenciamos. Tampoco, la película sería lo mismo sin el gesto perdido de Colin Farrell, la furia silente de Nicole Kidman, o el absoluto arrojo interpretativo del magnífico Barry Keoghan. Su presencia y su discurso, componen una de las películas más irreverentes, complejas y fascinantes de esta temporada cinematográfica."

NOTA: 9(*****)

En realidad, nunca estuviste aquí:
"Lynne Ramsay nos había fascinado con anteriores trabajos. Esa capacidad para extraer de la psicología de los personajes auténticos universos audiovisuales, denotaba una sensibilidad y una capacidad para aprovechar las posibilidades del séptimo arte, absolutamente insólitas. En su nuevo trabajo, toda esa apuesta tan propia, adopta una forma absolutamente radical. Pues estamos ante una película muy atmosférica, experiencial, que casi se convierte en el estado de ánimo de un personaje. Ese personaje principal de emociones convulsas y duros resquicios pasados. Sin embargo, el riesgo que entraña este tipo de ejercicios, en este caso, empaña un poco las aspiraciones de una película que podría haber transcendido mucho más. Se tiende a la repetición y a la concatenación de fórmulas, que pasado cierto tiempo, no aportan sorpresa, o estimulación, y por ende, el film siente la necesidad de desplegar sus alas hacia otros horizontes, que den consistencia a lo que estamos viendo. Por tanto, al final la capa estética es muy resolutiva y muy atractiva, pero el fondo queda un tanto desdibujado, y en cierta manera vacío. Eso sí, con la complicidad de un ejercicio técnico vibrante (excelencia en el montaje, el sonido, la música y la fotografía), y con la mirada firme y recia de ese inmenso actor llamado Joaquin Phoenix, que hace suyo un personaje con numerosas aristas, pero que quizás no encuentra en esta obra su mejor vehículo de expresión."

NOTA: 6(***)

Happy End:
LXV FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN:
"Poca gente que haya disfrutado de la filmografía del inmenso Michael Haneke, no dará cuenta del completo y continuado discurso sobre la violencia que este realizador intenta perpetuar, a través de modelos diferentes, historias íntimas y expresiones concretas. Este film último rompe con todo lo anterior de una manera habilidosa. Contándonos las particulares hazañas de una familia burguesa, en relación con el mundo presente, y dibujando por separado las particularidades de los diversos miembros, se conjuga un ajuar de expresiones pasadas. Es decir, la película, en tono de comedia negra, compila e ironiza sobre el valor de la violencia, reuniendo iconos y matizaciones de películas anteriores de Haneke, como forma de dar la vuelta a todo lo anterior y atender a la sátira más personal, en su continua comprensión del mundo de la violencia actual. Su excelente reparto, con especial mención a un magnético Jean-Louis Trintignant, se convierte en el mejor aliciente, de una película que combina diversos formatos de captación de imágenes en movimiento, y que completa con astucia cada uno de los vértices que comprende este ejercicio. Una vuelta de tuerca, que pocos entenderán, por su apariencia y discurso, pero que supone un paso más en la definición de la obra de un director extraordinario."

NOTA: 8(****)

La seducción:
"Sobre la novela de Thomas Cullinan y el antecedente cinematográfico de Don Siegel, Sofia Coppola construye esta historia de mujeres en el contexto de la guerra civil norteamericana en Virginia, la historia de una realidad, de una sociedad, y un de momento, de claras conexiones con nuestra actualidad. En una escuela femenina de Virginia, de absoluta tranquilidad en relación al entorno hostil que acontece, todo se quiebra cuando un desertor aparece malherido ante ella. Este giro de la trama, supone la formulación y la construcción de los diversos personajes existentes, y compendia las diversas aspiraciones de una película de potente discursiva. Coppola es una maestra de la estética, así queda demostrado en el cuidado y detalle de las imágenes, de pictórica y admirable fotografía, y con el encanto de unos ejercicios de arte y vestuario absolutamente deliciosos. Sin embargo, y sin quitar ojo a los precedentes, la película se presenta un tanto vacía, pues los personajes pecan de cierto hieratismo, la sensualidad y la sexualidad de la propuesta son absolutamente ridículas, y hay líneas de guion con las que uno no puede evitar sonrojarse. El problema reside en ceder las virtudes de un relato tan poderoso, en pro de un ejercicio que queriendo ser sutil, se convierte en mojigato y edulcorado. Todo ello, y por desgracia para ellas, contando con la complicidad de un reparto femenino extraordinario, con especial mención para una estupenda Nicole Kidman, que levanta como puede las costuras de este cuento de muñecas."

NOTA: 6(***)

The Square:
LXV FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN:
"Ruben Östlund se ha convertido en el cineasta más importante de la actualidad cinematográfica sueca, y en uno de lo más relevantes de Europa, y es que su cine, muy conectado con un humor y una realidad muy local, ha ido creciendo y trasladando esas cuestiones a un ámbito más europeo, e incluso universal. Su nueva película nos acerca a los entramados de la contemporaneidad, con especial hincapié en el mundo del arte, como forma de conectar diversas realidades y diversos personajes, siempre mirando de frente a ese contradictoria realidad burguesa, tan europea. Sobre la premisa de la construcción de una instalación/exposición artística contemporánea llamada "The Square", se sigue la vida y las hazañas de un personaje tan patético como interesante, llamado Christian, mánager de un museo de arte contemporáneo. Su vida y la consecución de los acontecimientos que le suceden empiezan a conectar diversas realidades que de una manera u otra nos hacen entrar en contacto directo de un modo muy honesto con el acontecimiento latente. Es una película de irreverencias, de excesos, pero todo está hilado muy fino, con un gran sentido del gusto y con la capacidad de quien domina con solvencia las habilidades del séptimo arte: desde el trabajo de dirección, pasando por la maravillosa dirección de arte, hasta la aportación generosa de ese estupendo actor llamado Claes Bang. Una suma de ingredientes, a veces ruidosa, a veces apetitosa, pero siempre contundente en su capacidad para mantener el ingenio en alza."

NOTA: 8,5(****)

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